Cultura, Raza y delito: las desventuras de un equivoco pseudocientífico y la respuesResumen:
Al producirse el descubrimiento- o encubrimiento - de América la “civilización” cristiana, blanca y occidental se encontró con pueblos que tenían costumbres diferentes reñidas con la moral cristiana, y a los que pronto etiquetaron como faltos de moral (amorales) o inmorales. A las diferencias en los rasgos físicos se unió esta diferencia sustancial que llevo incluso a expedirse concluyendo que “no tenían alma” ( a diferencia claro, del hombre blanco occidental y cristiano).
La palabra raza- en este contexto- se uso para denominar a la diversidad.Se ligó la raza a lo que la raza hace o deja de hacer: Lo amoral o inmoral (delito, crimen) y otras características negativas: abulia, indiferencia, falta de inteligencia, etc.).
Ya en la época de la colonia en América existían las rigurosas clasificaciones raciales con adscripción a ciertos roles y comportamientos.
La apariencia física de “los otros” siempre despertó sospechas y temor. Y a la hora de juzgar, la raza, la pertenencia a una determinada etnia y el desarrollo de pautas culturales distintas a la hegemónica blanca-cristiana- occidental aparecían como una presunción de culpabilidad a priori muy difícil de revertir: ser negro mestizo en EUA o “ indios” en América Latina y aun los mestizos, implicaba una contra muy fuerte a la hora de enfrentarse a un proceso criminal.
Esta relación entre tipo físico y comportamiento tomo un giro “científico” en los estudios biotipológicos de autores como Kretchmer y otros desde la Antropología. Y este tipo de vinculaciones inundaron al Derecho Penal en Argentina de la mano de la concepción criminológica positivista- que tuvo su época de auge a principios del siglo XX en Argentina y su expresión mas emblemática en la condena del confeso “Petiso orejudo” Cayetano Santos Godino. Esta corriente tuvo sus orígenes en la llamada Escuela Positiva italiana de Derecho Penal, dónde sobresalieron el médico Cesare Lombroso, el abogado Enrico Ferri, y el juez napolitano Raffaele Garófalo, quienes llegaron incluso a alcanzar fama a nivel mundial.
Hoy en día el concepto de raza cayó científicamente pero quedó en la población, en el mundo del imaginario y las representaciones. Donde todavía hay racismo, la relación raza/etnia - delito esta vigente. Buscamos en el presente trabajo explorar- al menos en forma inicial- como juegan estos supuestos conocimientos “científicos” en los operadores judiciales y miembros de fuerzas de seguridad, entre quienes- según el penalista argentino Boumpadre- el positivismo criminológico aun goza de buena salud. Para ello buscaremos analizar las presunciones que aparecen en ciertas acusaciones, por ejemplo: “Los indios son ladrones, por ser indios, biotipos diferentes, son primitivos, no entienden las normas y esa imposibilidad esta en su “raza”. A partir todo lo dicho y del análisis propuesto buscaremos responder a la pregunta - ¿por qué pericia cultural en un proceso criminal?- viendo de que forma una pericia antropológica (social o cultural) habría de despejar la ecuación del peso que tienen esas representaciones (racistas) en un proceso criminal.
ta a la pregunta ¿por qué pericia cultural en un proceso criminal?
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